EL LIBRO QUE PALPITA

PresentaciÓn

Las palabras son los trazos de un dibujo en la blanca página del silencio. Nuestro pensamiento es la suma de imágenes y vocablos que se mezclan, cada letra si bien lo miramos es un dibujo, una línea curva, dos rectas, varios puntos. Cuando describo algo, por ejemplo un árbol alto y frondoso, puedo verlo surgir en la tierra de la imaginación y lo puedo dibujar. Y la Poesía es el mundo mágico de las imágenes, a él accedemos no solo por la palabra o el dibujo sino por el sonido o el color  y también el movimiento.  La Poesía Visual transmuta la palabra, la trasciende, a través de la combinación de objetos, sonidos, colores y formas.

¿Qué es la Poesía Visual?

Primero habría que escarbar en el significado de la poesía: Los poemas no son solamente las palabras: “son las emociones que las paren, sus ideas, sueños y gráficas, cuerpos definidos de líneas y formas, de volúmenes, texturas y colores, es decir, los poemas son, sobre la página en blanco, arquitecturas, objetos, presencias – en fin-,  que no imitan a la cosa sino la recrean, la descubren, la revelan”. (12). La poesía es el oficio de hacer vibrar las palabras, elaborar y  pulir imágenes, las palabras son la piedra en la que se moldea el poema.

Miraremos, sin embargo,  el anverso  del asunto.

Es inevitable para convocar a la Poesía dejar de nombrar la historia de la escritura y sus etapas más decisivas, esta relación entre dibujo y palabra es mucho más antigua de lo que parece. Un trazo escrito es al mismo tiempo un dibujo.

Los pictogramas, primeros pasos  de la escritura, fueron maneras de  escribir, relatar, hacer cálculos; estos dibujos hechos por los  ancestros comprendían  además significados mágicos. Aparecen en este recorrido el  logograma o ideo grama en el que  se unen “el sentido, el sonido y la arquitectura” pues se dibuja el objeto sobre la página para hablar de él.

Los jeroglíficos y los silabarios (partículas principalmente fonéticas) y por supuesto aquellos inmensos rollos de papel donde se registraban imágenes y primeras aproximaciones al texto escrito, Códices, hacen parte de tan amplio repertorio en el que se conjugaron magistralmente – pues eran hechos a mano – la palabra y el dibujo.  

La Caligrafía, ha sido, años después la que ha superado, en parte,  estos momentos históricos de la escritura llevándolos a un campo diferente: el mundo de la creación visual, este arribo  supone  se haya alcanzado la expresión de ideas abstractas en forma totalmente escrita, es decir, la Caligrafía solo pudo surgir luego del aprehendizaje total del sistema escrito. Y luego, trabajando sobre si misma alcanza formas esplendorosas, voluptuosas y sensuales ya no Pasado el tiempo surge la imprenta y la tipografía se afianza como forma estética: posibilita la organización y la claridad en la transmisión de estas ideas. 

 

Ahora si vayamos a la Poesía Visual. Quisiera empezar con esta frase: “los poemas visuales aspiran  a decir (se) con exuberancia tipográfica, a dibujar (se), y más aún, a disputarle un espacio a los objetos” (13) La poesía visual ha sido el resultado de la “experimentación” de varios muchos poetas contemporáneos. A decir verdad quizá esta experimentación los ha llevado de vuelta  al sentido original de la poesía, las palabras y la imagen, puesto que en cierto sentido el dibujo y la escritura han permanecidos unidos desde tiempos ya lejanos.  “Un poema  visual busca cuerpo y sangre propios”. La poesía visual tiende a transformar la realidad. 

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